Como siempre, digo que vuelvo y no vuelvo del todo, pero los cambios en mi vida son taaaan grandes que a penas me da tiempo de reaccionar. Son cambios a mejor y eso es tan bueno que estoy disfrutando de todos.
Por ello hoy me inspiré e hice un texto escrito desde lo más profundo de mi corazoncito de chunga que destiñe. Y os contaré algo, este chunga últimamente destiñe muchísimo.
Disfrutadlo tanto como yo lo he hecho escribiendolo:
"Ella, mi compañera en las noches de calor, en los días fríos, en los festivos que los petardos alumbran el cielo y dañan a mi cabeza. En los días de soledad en que solo quiero llorar, o los días que estoy tan contenta que saltaría como si fuera una niña en un prado austriaco.
Ella, la ruidosa, la gruñona. La que me mira fijamente cuando digo su nombre. La que, desde su espacio, sentada, me observa, atenta por si me muevo para seguirme. La pequeña dulzura a días, la que me pide más y más amor, y otros no me deja rozarla.
Se que estas palabras que escribo, la mismo tiempo que te las digo en voz alta, como un mantra, no las entiendes. No comprendes todo el amor que llevan dentro, pero sé, que sabes que te quiero. Que eres mi pequeña, la niña de mis ojos.
Mi bolita de pelo, mi peque. Mi gruñona. El pequeño ser del averno y al mismo tiempo mi motoret. Mi cloty. Mi conejita holandesa con el casco y los pantalones puestos. Mi mascota e hija.
Viniste en un momento delicado, apareciste en brazos de una amiga, para darme una responsabilidad enorme. Y al mismo tiempo todo el amor que puedes. A hacer un poco más pequeña mi soledad, a llenar mis noches de risas, de arañazos y de pequeños besos de una lenguita diminuta.
No leerás esta carta, porque no sabes leer, pero escuchas, tu oreja girada hacia mi, me lo dice. Así que todo se resume en dos sencillas palabras. Te quiero. Has conquistado este corazón de niña miedosa. "
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