Buenos
días chicos!!
Sé que
últimamente tengo abandonadillo el blog,
lo siento de corazón. He comenzado a trabajar en un curro diferente y claro
hasta acostumbrarme pues voy sin tiempo de escribir, pero ya que hoy es un día
especial toca doble entrada!!
Porque
os preguntareis, pues porque tengo 2000 visitas. Sinceramente sigo sin creerme el haber
llegado a las 1000, así que imaginaros a las 2000, para mi es flipante. Bueno pues la primera entrada va a ser un
pelín más ñoña, ya que la quiero dedicar a un recuerdo muy bonito de mi vida.
Cuando
era una niña, era la típica rarita que no tenía muchos amigos (rarita porque
era una bola de queso según mis compañeros) y yo que tenía una autoestima
frágil pues como que no me sentía muy cómoda con ellos, así que me dediqué a
leer. Mi madre por las noches siempre me leía algo y yo
decidí enamorarme de lo que me leía. Pensareis “que cuentos te contaba”, nada
de cuentos, mi madre me leía poemas, de todo tipo no solo de amor.
Yo me
los memorizaba hasta que era capaz de recitarlos de memoria con la entonación
adecuada, y los que más me gustaban apuntaba en un papel la página para leerlos
las veces que me apeteciera. Peor había uno, uno especial, un poema que mi
madre me leía para que yo me sintiera bien, para que no me viera tan fea…
Y eso
es lo que os voy a regalar por las 2000 visitas un poema que para mí significa
mucho, un poema que me saca una sonrisa cada vez que lo leo y que me hace
sentir guapa entre el resto.
"Porqué es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises,
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras,
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos que nunca
de apretados capullos se viste...
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado,
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto».
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
¡Hoy a mí me dijeron hermosa!"
Juana Ibarbourou
Gracias
por las visitas
Enhorabuena por las visitas, y gracias por la poesía. Ya sabes porqué lo digo...
ResponderEliminarBella,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella...
Mejor Pablo Neruda que yo...